Un partido de fútbol se puede perder por varias razones. Por
tener el arco cerrado y luego de dominar durante casi todo el encuentro, sufrir
un sorpresivo contragolpe, por groseros errores arbitrales que condicionen el
normal desarrollo del partido, cayendo por una mínima ventaja en un disputadísimo
partido, y hasta se puede ser derrotado por un rival que se sabe inferior al
otro equipo pero que tuvo la dicha de que el equipo en cuestión atravesase una
pésima tarde traducida en un paupérrimo rendimiento futbolístico.
Ninguna de todas
estas cosas sucedieron, el partido entre Racing y Huracán de la pasada fecha
presentó a dos equipos que dejaron todo y que por varios momentos jugaron a un
gran nivel exponiendo las máximas
virtudes de cada uno. Pero claramente el desarrollo del partido favoreció a los
de Avellaneda que expusieron sus mejores cartas para demostrar porque son los líderes
del torneo. Huracán se midió ante un equipo ordenado, compacto, solidario,
pensante, rápido, inteligente y, por sobre todas las cosas de numeroso plantel,
con un sistema de recambios que le permitió variar a todos sus 10 jugadores de
campo y así desgastar físicamente a los soldados vestidos de blanco.
Los primeros
minutos fueron intensos y vertiginosos, con ambos arqueros respondiendo de muy
buena manera y con mucha entrega por parte de ambos quintetos. La primer
ventaja fue para la Academia y llegó tras una pared entre los hermanos Santos
que Gabriel, el menor, resolvió al llegar sin marca por el segundo palo.
Con el 1-0 Racing empezó a mover más y mejor
la pelota, lo que provocó que Huracán se retrase peligrosamente en la cancha. Con
Maradei Marcelo manejando los hilos ofensivos, Huracán de a poco logró salir del fondo y tuvo
varias oportunidades para empatar el encuentro. Matías López y el propio
Maradei estuvieron muy cerca, pero Gastón Leston demostró, al igual que lo
había hecho en el partido correspondiente a la primera ronda, que es uno de los
mejores arqueros del futsal argentino y enterró toda esperanza quemera.
Racing no se quedó atrás
y tuvo en su número 10 Ignacio Santos a un claro conductor que supo darle
ritmo, velocidad, movilidad y sorpresa al incesante toque racinguista que con
el correr de los minutos le fue quitando piernas a los visitantes. El numeroso
plantel fue otra de las ventajas de Racing, a tal punto que ingresaron todos
los hombres de campo y todos a muy buen nivel, un claro parámetro es que
convirtieron goles cinco jugadores distintos.
Y el partido
mantuvo cierto suspenso hasta que, a los 14:00, Gonzalo Rodríguez le cruzó un
excelente pase por encima de toda la defensa a Chavarría, que casi desde el córner
se la bajo a un Diego Lanzillota lanzado en velocidad para fusilar a González y
de esta manera marcar el 2-0. El final del primer tiempo alcanzó para que
anotasen también Gonzalo Rodríguez y Lucas López. Entre esta seguidilla de
goles Huracán siguió buscando descontar al igual que durante todo el partido,
pero con cada gol el encuentro se les hizo cada vez mas cuesta arriba a los
muchachos de García que veía como los esfuerzos de su equipo eran estériles
ante la defensa blanquiceleste.
Ya en la segunda
mitad y tras el 5-0 anotado por Lucas Chavarría, Matías López logró descontar
para el Globo en una fortuita jugada en la que desvía un remate de Rodrigo
Castro. Lanzillota y Gabriel Santos sentenciaron el 7-1, y a pesar de recurrir
a Maradei como arquero jugador, Huracán no pudo volver a vulnerar la
concentrada y coordinada defensa que compacto más para lograr mantener el
peligro de gol fuera del área.
Fue 7 a 1, y aunque
Huracán pudo marcar algunos goles más, Racing también pudo hacerlo así por lo
realizado durante los 40 minutos la Academia fue una inobjetable vencedora.
En cuanto a la
tercera el trámite del encuentro presentó varias similitudes. Luego de un buen
comienzo con gran movilidad y una punzante verticalidad, el Globo se cayó
cuando a los 5:00 minutos y tras un error defensivo propio, se encontró con el
1-0 en contra. Rápidamente se llegó a la igualdad a la salida de un córner y
mediante un potentísimo remate de Leandro Domínguez que encontró el ángulo superior
izquierdo del arquero racinguista. Pero el 2-1 antes de que finalice la primera
mitad fue el hito en el que se definió el encuentro, ya que tras ese gol comenzó
a dominar entre los jugadores quemeros la cólera y el fastidio.
Este panorama se
potenció en la segunda mitad y a los 3:00 Román Martinangeli, que debió ser
expulsado en la primera mitad por un claro golpe sin intención de disputar el
balón, fue expulsado por doble amonestación y el Globo pudo aguantar los dos
minutos con uno menos sin recibir goles. Pero nunca más encontró un sistema de
juego que le permita llegar con claridad, y se limitó a inquietar con lejanos
disparos o con aisladas jugadas de Baraldo o Tacon. Sin embargo Racing fue más
y el 3-1 liquidó la cuenta, aunque las cifras definitivas llegaron a 2:30
minutos del final con largo remate que aprovecho el adelantamiento de Dallera
para lapidar el 4-1.
Nota Redactada por Marcos Buero
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